¿Te permites ser tú misma?



En un mundo lleno de expectativas, roles predefinidos y estándares imposibles, surge una pregunta que pocas veces nos hacemos de verdad: ¿Te permites ser tú misma? Parece sencilla, casi banal, pero encierra un poder transformador que muchas personas ni siquiera imaginan.


La carga de las máscaras

Desde pequeñas, aprendemos a encajar. Nos dicen cómo debemos comportarnos, cómo lucir, qué decir y qué no. Crecemos creyendo que ser aceptadas depende de cumplir con esas normas. Así, poco a poco, empezamos a usar máscaras: la de la profesional perfecta, la madre incansable, la amiga siempre disponible. Pero detrás de esas máscaras, a menudo, hay una mujer agotada, desconectada de su esencia.

¿Por qué nos cuesta tanto mostrarnos tal como somos?
La respuesta suele ser el miedo: miedo al rechazo, al juicio, a no ser suficientes. Vivimos bajo una presión constante de ser algo que, muchas veces, no resuena con lo que realmente somos.

El costo de no ser tú misma

Negarte a ser auténtica no solo te afecta emocionalmente, sino que también tiene un impacto profundo en tu bienestar físico y mental. La tensión de aparentar ser otra persona genera estrés, insatisfacción y, en los casos más graves, un sentimiento de vacío.

Cuando te desconectas de ti misma, también te desconectas de tus deseos, de tus límites y de lo que te hace única. Es como intentar vivir siendo una versión diluida de lo que realmente podrías ser.

La libertad de aceptarte

Aquí está la gran verdad: ya eres suficiente. No necesitas demostrarlo a nadie, ni cumplir con expectativas ajenas. La verdadera transformación ocurre cuando dejas de intentar encajar en moldes y comienzas a abrazar tu autenticidad.

Permitirnos ser nosotras mismas no significa renunciar a mejorar o evolucionar, sino aceptar quiénes somos en cada etapa de la vida. Es reconocer tus luces y sombras, tus fortalezas y vulnerabilidades, y amarlas todas por igual.

¿Cómo empezar a ser tú misma?

Si esta idea resuena contigo, pero no sabes por dónde empezar, aquí tienes algunos pasos sencillos que puedes dar desde hoy:

  1. Haz un alto y reflexiona: Tómate un momento para pensar en quién eres realmente. ¿Qué te hace feliz? ¿Qué te mueve? ¿Qué parte de ti estás escondiendo por miedo al juicio?

  2. Identifica tus máscaras: Pregúntate en qué áreas de tu vida no te estás mostrando auténtica. Puede ser en el trabajo, en tu círculo social o incluso contigo misma.

  3. Da pequeños pasos: No necesitas cambiarlo todo de la noche a la mañana. Tal vez hoy puedas decir "no" a algo que no quieres hacer o expresar una opinión que habías callado.

  4. Rodéate de personas que te acepten: Tu entorno influye mucho en cómo te sientes contigo misma. Busca relaciones que te hagan sentir libre y auténtica.

  5. Recuerda: todo está bien: Este es un mantra que puede acompañarte en el camino. No necesitas ser perfecta, ni tener todo resuelto. Todo está bien, incluso en el caos.

Ser tú misma es un acto de valentía, pero también de amor. Es un regalo que te haces a ti misma y a los demás. Porque cuando te muestras auténtica, inspiras a quienes te rodean a hacer lo mismo.

Así que, vuelve a hacerte la pregunta: ¿Te permites ser tú misma? Si la respuesta es no, quizás sea hora de comenzar ese viaje.

Permítete descubrir la maravillosa libertad que hay en simplemente ser. No necesitas más. Ya eres suficiente.


https://makedaessence.carrd.co/

Comentarios

Entradas populares de este blog

Lanzamiento de mi libro "Ser tú misma, donde todo está bien" - ¡Disponible esta semana gratis en formato digital!

Bienvenida a Makeda : El viaje hacia tu mejor versión