Los 5 Amores: Construyendo un Amor que Florece

 Había una vez un sabio que, tras una vida observando a las personas, comprendió una gran verdad: el amor, para que florezca y sea duradero, debe tener una suma de cuatro amores. Decía que, a menudo, en la prisa por encontrar compañía o por no sentirnos solos, dejamos que alguien más nos elija sin detenernos a pensar si esa persona realmente comparte los cuatro amores fundamentales. Y cuando faltan estos elementos, el amor se convierte en algo frágil, en un espejismo que no soporta los vientos del tiempo ni ningún temporal.

Los 5 Amores: Construyendo un Amor que Florece

A lo largo de la vida, comprendemos que el amor verdadero es como un árbol, donde cada parte tiene una función única y vital. Un sabio nos enseñó que existen cinco tipos de amor que juntos crean la relación más fuerte, esa que resiste los vientos y florece con el tiempo. Estos amores son como las raíces, el tronco, las ramas, las hojas y, finalmente, el fruto de todo: el amor incondicional.

1. Enamoramiento: Las Flores que Adornan el Árbol

El enamoramiento es la flor de nuestro árbol, esas primeras luces que embellecen la relación y la llenan de color. Es la atracción inicial, ese brillo especial que nos hace ver a la otra persona como algo único y maravilloso. Pero las flores, como sabemos, no son eternas; requieren cuidados y atención para que no se marchiten con el tiempo.

2. La Química: Las Hojas que Sienten y Respiran

La química es como las hojas de este árbol, aquellas que respiran y absorben la energía del sol. Son las que dan vida a la relación, capturando la atracción y el magnetismo entre ambos. La química es lo que hace que queráis estar cerca, lo que conecta los corazones en un lenguaje silencioso. Aunque también puede ser efímera, bien nutrida aporta la frescura y el dinamismo necesarios para que el amor prospere.

3. La Amistad: Las Ramas que Sostienen

El tercer amor es la amistad, que actúa como las ramas del árbol. Son los brazos que sostienen, que permiten que el árbol crezca hacia distintas direcciones sin romperse. La amistad aporta comprensión, apoyo y una complicidad que hace que la relación sea más profunda y sólida. Son las ramas las que ofrecen el refugio, el lugar donde los pájaros pueden hacer nido, y así sucede con una pareja que, siendo amigos, encuentran en el otro un espacio seguro y amable.

4. Amor Fraternal: El Tronco que Da Estabilidad

El amor fraternal es el tronco, el pilar fuerte que mantiene al árbol erguido. Es el amor que no espera nada a cambio, el que se preocupa por el otro y busca su bienestar de manera genuina. Este amor es la base firme que hace que, incluso en las tormentas, el árbol permanezca firme. Sin un tronco estable, el árbol se debilita; de la misma forma, sin este amor profundo y generoso, una relación puede tambalearse.

5. Amor Incondicional: Las Raíces que lo Alimentan Todo

Finalmente, el amor incondicional es la raíz del árbol, ese elemento invisible pero vital que le da vida y fortaleza. Las raíces se hunden profundamente en la tierra, aportando los nutrientes esenciales para el crecimiento. El amor incondicional no busca el interés propio, sino el bien de la relación en su conjunto. Es el amor que perdona, que comprende, que apoya sin condiciones. Este quinto amor es la suma de todos, el que hace que el árbol siga creciendo, que resista el paso del tiempo y que, incluso, sea capaz de dar frutos.

Así, nuestro sabio nos enseña que un amor verdadero es como un árbol bien plantado, donde cada amor tiene su lugar y su función. Si al elegir pareja encontramos en ella estos cinco amores, habremos hallado a la persona que puede caminar a nuestro lado, con raíces profundas y un tronco fuerte, que florezca y nos dé sombra y frutos a lo largo del camino. Pero si falta alguno de estos amores, la relación nunca será completamente sólida; será como un árbol incompleto, con ramas frágiles o raíces poco profundas que no podrán sostenerlo en los días de tormenta.

Por eso, la elección de la persona con quien compartir la vida es también una decisión de sabiduría, para que el amor que plantamos crezca y permanezca, y sea capaz de dar frutos que alimenten nuestra felicidad y paz.

https://makedaessence.carrd.co/